Capitulo 5: En Kalapa (parte 2)
Lilianne no sabía que hacer para animar a Amy.
-¿Te apetece venir conmigo al cine? Hoy ponen uina peli muy divertida.
-No se... -dijo Amy -Bueno, vale. Creo que me vendrá bien despejarme un poco.
-Bien, entonces vamonos -dijo Lilianne poniendose la cazadora -Ah, Amy, espera un momento que te traigo una chaqueta para ti.
Amy sonrió asintiendo. En ese momento Eric entró por la puerta. Amy le miró.
-Nos vamos al cine, ¿te apetece venir?
-No, gracias, me pensaba ir a dar un paseo.
-Ah... vale -le contestó Amy desanimada.
Lilianne bajo rapido las escaleras.
-Ya está, vamonos -dijo tendiendole a Amy una chaqueta de plumas.
Ella le sonrió y se la puso. Dirigió una última mirada a Eric.
-Adiós.
-Adiós, Amy.
**********
La pelicula estuvo genial. Era una comedia divertidisima. No paramos de reirnos en todo el rato. Nos lo pasamos realmente bien.
-¿Has visto la ultima parte? Ha sido divertidisima -dijo Amy riendo todavia.
-Si, ha estado genial -contestó Lilianne riendo también.7
Se encontraban a las puertas del cine. Amy se sentía muy agusto con Lilianne. Era divertida y comprensiva. Le recordaba mucho a Edeline.
-Venga, volvamos a casa -dijo ella cogiendo a Amy del brazo.
-Si -contestó Amy riendo -volvamos.
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Cuando las chicas llegaron a casa Eric todavía no había vuelto de su paseo.
-¿Qué vamos a comer hoy? -preguntó Amy al oír el rugido de su tripa.
-No lo se. ¿Qué te apetece?
Las dos se pusieron manos a la obra en la cocina intentando preparar algo parecido a a un pollo asado con patatas fritas.
La mesa ya estaba puesta cuando Eric llamó a la puerta.
-Ya abró yo -dijo Amy levantandose.
Eric entró dentro.
-He estado en un sitio increible a la orilla del río.
-Ah, creo que se donde dices -contestó Lilianne mientras servía la comida en los platos.
-Seguro que te guistaría verlo Amy, era precioso. Aunque estaba todo nevado.
Amy se limitó a sonreir y a sentarse a la mesa. Los tres empezaron a comer. La verdad es que el pollo estaba un poco quemado, pero todos tenían hambre asi que a ninguno le importó demasiado.
Durante la comida Amy y Lilianne conversaban animadamente sobre la pelicula que habían visto. Eric, en cambio, estaba callado, ausente. Se le veia la preocupación en la cara. Las dos lo notaron. Amy también estaba así pero había decidido resignarse a que estaba allí y no podí volver. Solo podía esperar e intentar distraerse, no pensarlo mucho.
Aquella situación era muy rara. Estaban en un lugar desconocido, en casa de una extraña y no sabían como volver a su casa. Pero no había nada que pudiera hacer. Debían esperar. Quizás ocurriera algo, quizás aparecieran en casa de Eric de repente de la manera que habían llegado o quizás se quedaran allí atrapados para siempre.
Esta última no parecía ser una opción para Eric. Tenia que hacer algo, encontrar la manera de volver. Lo que peor le sentaba era no poder hacer nada, tener que resignarse a esperar a que ocurriera algo. Pero él no podía hacer nada más.
Después de comer Amy y Lilianne recogieron la mesa. Eric se ofreció a ayudar pero ellas preferían hacerlo solas, por lo qué él salió de nuevo al jardín.
Amy estaba muy callada mientras metía los platos en el lavavajillas.
-¿Qué te pasa?
-Nada... -contestó ella pero luego continuó -Bueno... es que ¿has visto como está Eric? Está fatal, solo quiere volver a su casa. Pero no sabemos como hacerlo y no me gusta verle así.
-Ya... no me imagino qué haría o como me sentiría si estuviea en vuestra situción.
Amy no pudo reprimir una lágrima.
-Hey... no llores -dijo Lilianne abrazándola.
-Todo esto es por mi culpa. Si no me hubiera escapado, si no hubiera llevado a Eric por el bosque...
-No te culpes. Tu no puedes evitar aparecer en un lugar así sin más.
Amy siguió llorando, abrazada a su amiga.
-Ya verás como encontrais el modo de volver a vuestra casa, estoy segura.
-Eso espero -contestó ella secandose las lágrimas con un pañuelo.
Cuando terminaron de recoger decidieron dormir y descansar asi que se subieron a la habitación a echarse la siesta.
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Cuando Amy se despertó ya había anochecido, aunque eran poco más de las siete de la tarde. Lilianne todavía seguía dormida así que Amy salió de la habitación intentando no hacer mucho ruido para no despertarla. Bajó las escaleras despacio y encendió la luz del salón.
A través del cristal de la ventana pudo ver que Eric seguía fuera sentado en el baco del jardín. Seguramente se había pasado todo el rato ahí, pensando.
Se dirigió al perchero y cogió su chaqueta. Vió la de Eric y decidió cogerla por si tenía frío. Abrió la puerta y salió al jardín. Eric la miró.
-Uff, ¡Qué frío hace aquí! Anda, ponte esto -le dijo dándole la chaqueta y sentándose a su lado.
-Amy, tengo que hablar contigo.
-Habla -suspiró ella.
-Me da la sensación de que a ti no te importa estar aquí, que no te importa que no volvamos.
Amy se quedó shockeada. ¿Cómo podía pensar eso?
-Claro que me importa, pero ¿qué quieres que haga? ¿qué me pase e día entero llorando?
-No, Amy, no es eso. Tenemos que hacer algo. Tenemos que volver.
Amy se quedó callada mirando al suelo.
-¿Y qué podemos hacer? Ni siquiera sabemos donde estamos. Sólo podemos esperar a que ocurra algo.
-Pero... -Eric se quedó callado. Amy tenía razón.
-No podemos saber cuanto tiempo tenemos que esperar. ¿piensas estar sí siempre? Siempre triste y preocupado.
-Tienes razón -contestó mirándola a los ojos -pero es que... estoy preocupadao por mi madre. No estaba en casa cuando llegamos y espero qué no le hubiera pasado nda malo. Además cuando vea como se quedó la casa. Y lo que es peor, cuand vea que yo no vuelvo...
-Lo se. A mi también me preocupa eso. Mis padres me estarán buscando por todas partes. Pensarán que me han secuestrado o algo así -dijo edio lorando -Me arrepiento tanto de haberme escapado...
Comenzó a llorar sin poder evitarlo. Eric se la quedó mirando y la abrazó.
-Tranquila, todo va a salir bien. Ya lo verás. Te prometo que no descansaré hasta hayar la forma de volver, te lo prometo.
